DIVORCIOS

El número de separaciones y divorcios en España ha ido aumentando significativamente en los últimos años, habiendo dejado atrás el estigma social que ello suponía para las familias en general y para las mujeres en particular.

Sin embargo, cualquier separación o divorcio no deja de ser un proceso emocional y económicamente complejo, más aun en caso de existencia de hijos menores de edad o mayores no independientes económicamente. Todo ello se complica así mismo con la existencia de cargas familares como hipotecas y otro tipo de deudas, desempleo, desigualdad entre ingresos etc.

A nuestro modo de ver, en estos casos, nunca se ha de perder la premisa del mayor interés de los hijos, cuestión que es olvidada frecuentemente no solo por los cónyuges que pretenden separarse sino por las personas que los aconsejan encaminarse en procesos judiciales eternos, más próximos a una batalla campal, que lejos de dar solución a los problemas, los eternizan.

Consideramos imprescindible dar un enfoque práctico y objetivo a cada situación para solucionar los problemas familiares con el menor coste económico y emocional posible. Es por ello por lo que abogamos por soluciones y acuerdos tramitados por mutuo acuerdo, salvo que los intereses de nuestros clientes o de sus hijos precisen inevitablemente de verse inmiscuidos en procedimientos judiciales en los que un juez decidirá por ellos. Lamentablemente hemos de confesar que determinadas situaciones no pueden ser solucionadas de otra forma.

Recientemente y desde la aprobación de la Ley 7/15 de Relaciones familiares, la Custodia Compartida de los hijos en los divorcios, viene a prevalecer sobre la tradicional custodia de los hijos a favor de la madre, siempre y cuando el interés del menor no aconseje otra cosa.

Ello ha supuesto que hayamos interpuesto reclamaciones de custodia a favor de padres que llevaban tiempo queriendo tener a sus hijos en su compañía con gran éxito, estableciendo relaciones paterno filiales sanas. Así mismo, hemos obtenido custodias compartidas de mutuo acuerdo para nuestros clientes, así como por la vía contenciosa cuando ello ha sido imposible. En ocasiones, hemos defendido lo contrario, cuando existía un peligro para el menor. Se ha de tener en cuenta que existen solicitudes de custodia compartida por parte de algunos progenitores que tienen por objeto única y exclusivamente el dejar de abonar la pensión por alimentos con gran riesgo de desatención para el menor.

En definitiva, cada persona, cada familia y cada situación personal son distintas. Cada familia tiene sus peculiaridades y más en un contexto globalizado e internacionalizado en la que se complican las relaciones jurídicas.

Es por ello por lo que es necesario estudiar cada caso concreto y conocer las vicisitudes de cada situación, para adoptar soluciones adecuadas y flexibles para el beneficio de todos.